Pangea. Un clásico siempre actual.

El viernes decidimos que era un buen día para consentirnos y "salir a cenar bonito". Después de una larga meditación de a donde podíamos ir, decidimos visitar la nueva sucursal del Pange ubicada en Arboleda.

El lugar es muy lindo y cálido, formal y hace sentir que tu mesa es la única. Decidimos pedir el "Menú del día", que tengo entendido cambia siempre, y consta de tres tiempos.

La velada comenzó con un delicioso pan artesanal y una mantequilla batida en casa.

Como no nos decidíamos que pedir, decidimos pedir cada quien diferente y compartir para probar la mayor cantidad de sabores esa noche. Esto fue lo que pedimos:

*Ensalada de kale con col de bruselas, aguacate, manzana verde y migas crujientes con un aderezo de hierbas

*Tártara de filete Angus, aioli de ajo tatemado y unas avellanas tostadas

*Diezmillo de res, con salsa holandesa, falso tuètano, betabel ahomado y jugo de chile serrano

*Pechuga de pato rostizada con risotto de cebada, purè de membrillo y zanahoria ahumada

*Mango de temporada, con helado de coco, reducción de jamaica y buñuelo

*Pastelito de chocolate semi-amargo, crema de queso de cabra y helado de betabel.

Les platico un pòco de cada platillo. La ensalada de kale era fresca y ligera, con un deliciosa combinaciòn de sabores. Considerando que formaba parte de un menu de tres tiempos me pareció que tenía una porción adecuada y bastante generosa, el aderezo fue exquisito.

En cuánto al tartar de Angus lamentablemente no le tomé foto, pero les puedo decir con toda certeza que no entiendo porque la gente decide cocinar la carne después de este platillo me pareció que sabe espectacular crudo. Sin embargo muy llenador, y nos resultó un póco pesado para ser una entrada.

El diezmillo, la salsa deliciosa, y la cocción muy buena. Yo suelo pedir mi carne 3/4, pero francamente me gusta más cocida que cruda pero esta me pareció muy suave y deliciosa. El tuétano falso era muy bueno (yo nunca había probado el tuétano, siempre le saco la vuelta porque no me llama la atención pero el sabor fue EXQUISITO), y añadía un poco de grasa al platillo haciéndolo muy jugoso.

Yo no soy de pedir pato, pero a mi esposo le gusta mucho pedirlo cuando lo hay disponible. Me pareció muy rico, perfectamente bien cocinado, y una opción diferente (como quiera recomiendo más el diezmillo, a mi gusto está más rico).

Mi parte favorita de la noche definitivamente fue el postre. No les puedo explicar lo excelente idea que fue la nieve de betabel acompañada de ese pastelito de chocolate que al rebanarlo era como comer una trufa gigante deliciosa, y con el queso de cabra... bueno... pues no podìa dejar de comer.

En cuánto al mango de temporada, en un principio me pareció que era una opción un tanto aburrida porque dije, "mm mango comemos en casa a cada rato", sin embargo era un platillo muy fresco, dulce, ligero y espectacular. En verdad el sabor del mango con el helado y de coco, el jarabe de jamaica todo armonizaba. Igualmente el mango estaba en su punto,, debí de preguntar en cocina como hacen para escoger el mango y que esté así!

La verdad es que el lugar, la comida, la atención, todo todo me fascinó. Me parece que es un lugar que tiene una propuesta increíble de menú a un precio justo y razonable, y no es como muchos restaurantes nuevos que tienen un precio excesivo y el platillo es mediocre. Este lugar definitivamente sentimos que vale totalmente la pena y es una opción excelente para celebrar, o para consentirse.

Ya estamos planeando nuestra siguiente visita, ojala tengan mas de esa nieve de betabel!

Saludos y gracias por tomarse el tiempo de leer esto! <3